QUE TODO FLUYA Y NADA INFLUYA
- Kenia Arteaga
- 10 ago 2018
- 5 Min. de lectura
"¿De dónde eres?, "Oye, y ¿qué te gusta más? ¿estar aquí o estar en tu pueblo?", "Es un pueblo super lindo y con cosas de plata, ¿no?", "¿Qué hacen para divertirse?" "Ya llevas 11 años aquí, ya eres más chilanga que los chilangos"... comentarios de este tipo y más llegan a surgir cuando la gente sabe que soy foránea y, sobre todo, al notar que mi boca y mi ser se llenan de alegría al responder que soy de Taxco de Alarcón, Guerrero.

Sí, la verdad es que soy ese tipo de persona que se enorgullece de su origen, de su tierra, de su historia, de su gastronomía -¡Uff... es que la comida es una cosa fenomenal, se los juro!- de su gente y de su acento... aunque la verdad tampoco es que lo tenga muy marcado (bueno, ok... cuando estoy muy inspirada platicando/"chismeando" se me sale ese ser taxqueño que hay en mí jajaja) pero, en realidad es un verdadero deleite para mí hablar de él, recomendarlo y por supuesto presumirlo.
Y es que ¿quién no presumiría la belleza de pueblo mágico que es? Tan solo imagina: casas blancas con tejado rojo, un clima cálido -pero no bochornoso- durante el día y por la noche predomina un aire fresco delicioso y calles empedradas con inclinaciones características -que representan un reto para dominar el arte del tacón jajaja y al menos yo no lo domino aún- que te invitan a caminar y disfrutar de cada rincón, a dejarte sorprender por los colores de las artesanías y la magnífica gastronomía, a relajarte y darle una pausa a la vida ajetreada del día a día...
Sin embargo, fue hasta hace poco -por el mes de diciembre- que un primo me hizo notar que no tenía fotos en "mi pueblo" (como le digo yo), que cómo era posible que en mi feed de Instagram solo había fotos "casuales" -que honestamente en el fondo no son nada casuales, pero "me vale" las amo jajaja- de lugares en los que había estado recién, pero ninguna foto del estilo en Taxco...

Mi respuesta a tal afirmación fue: "¿De verdad? ¡No, no lo creo!" y en ese momento -intensa mil-me puse a revisar mi perfil, llevándome una mala sensación al darme cuenta que él tenía toda la razón. Podrán pensar ustedes que eso no tiene nada de grave, que es una exageración de mi parte -que sí soy, soy exagerada- pero de verdad a mí no me gustó darme cuenta que había tantos lugares lindos para mostrar y yo en las nubes...
Así que, en ese momento le pedí a él y a mi hermana que me acompañaran a tomar fotos en mi pueblo, que no podía creer que no tenía ninguna foto "casual" en él... decisión que, creo hasta este momento, fue una de las mejores que he tomado en la vida. ¿Por qué? Bueno, ya lo sabrás...
En la vida creo que hay lugares que te inspiran, momentos que te pueden definir, situaciones que vives que te cambian por completo la forma de ver las cosas, personas que te apoyan y te dan ese empujón que necesitas para hacer algo que, tal vez, llevas tiempo queriendo pero que por una o por otra razón no te atrevías a hacer...
Ese momento en el que salí a tomar fotografías con mi hermana y mi primo, fue cuando me di cuenta que muchas veces dejamos de hacer cosas porque nos da "pena", porque nos preocupamos de lo que opinarán las personas que nos conocen cuando nos vean posando en un lugar en el que pasas más de cinco veces al día, o sea ¡qué ridículos nos vamos a ver! ¿por qué te tomarías fotografías como "turista" -por ejemplo- en tu ciudad natal? Sencillo, por la misma razón que lo haces cuando viajas: para tener un recuerdo plasmado de un lugar que te gustó.

Piensa, ¿cuántas cosas has dejado de hacer en tu vida preocupándote por lo que piensen los demás, por el "qué dirán"? En lo personal, creo que muchas veces me preocupé -tal vez de más- por lo que pensarían las personas, si decía o hacía cosas fuera de lo que esperaban de mí. Intentar complacer a los demás es complicado porque siempre habrá alguien a quien no le guste lo que haces o quieres hacer pero, ¿saben qué? ¡ES INÚTIL!
Así como existe la opción de que los demás no digan nada o no les importe lo que estamos haciendo, también existe la opción de que sí lo hagan y... ¡que opinen lo que quieran! Darle gusto a los demás, antes de darnos gusto a nosotros mismos es algo que no nos debemos permitir porque puedes pasar tanto tiempo pensando en qué les gustaría a los demás que fueras que corres el riesgo de olvidar lo que realmente quieres tú, lo que quieres de ti mismo. Que cada uno viva la vida que quiere y como quiere -claro, sin afectar a terceros- además, no siempre una crítica es mala, también existen las críticas constructivas pero, a cada una de ellas, debemos darle la importancia justa... ni más ni menos.

Podrán pensar que me desvié del tema, pero no es así porque para mí ese día fue un momento clave (cómo los que les decía recién), estaba en un lugar totalmente especial -mi pueblo- acompañada de personas que quiero, que después de haber tenido unos meses nada lindos y de haber sufrido una gran pérdida, estábamos buscando una forma de sonreír y de pasar un buen momento, en el que en realidad salir a tomar las fotografías "casuales" que quería, había sido solo un pretexto para poder distraer la mente y generar buenos recuerdos.
Para mi sorpresa, ese día no sólo me dejó un par de fotos lindas, de buenos recuerdos y risas, sino que también me dejó una idea girando en mi cabeza... sí, ese día fue cuando mi hermana y mi primo me comenzaron a meter la espinita de abrir un espacio en el que pudiera hablar y compartir lo que me gusta -lugares, consejos de la vida y del amor, ¡que cómo me gusta darlos y cómo me cuesta aplicarlos! jajaja- un espacio en el que tocara temas en los que creía que podía aportar algo a los demás, de los que tal vez no sea experta pero que creo que tengo algo que decir...

Creo que muchas veces la vida tiene un "timing mágico": te coloca en cierto lugar, en cierto momento, con ciertas personas... que lo que pase de ahí en adelante depende de ti. No sé si ese "timing mágico" llega por destino o casualidad, pero sí sé que depende de nosotros el hacer lo que nos propongamos, porque no siempre basta con que las circunstancias se den, sino también de nuestro esfuerzo para hacer lo que queramos... y definitivamente también necesitamos pensar: "¡QUE TODO FLUYA Y NADA INFLUYA!" porque críticas, malos ratos, obstáculos, etc. siempre nos los podemos topar... pero depende de nosotros la actitud con la que los enfrentemos.
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