ADIÓS, AMOR MÍO
- Kenia Arteaga
- 7 sept 2018
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 24 sept 2018
¿Cuándo fue la última vez que sentiste que tu corazón se partía en dos? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste un vacío tan grande en tu ser que parecía que un escalofrío recorría todo tu cuerpo? ¿Cuándo fue la última vez que te despertaste en la madrugada con una sensación de preocupación en tu estómago? ¿Cuándo fue la última vez que te quedaste dormida con lágrimas en el rostro? De corazón, espero que haya sido hace mucho y si no es así... solo puedo decirte que el tiempo lo cura todo.

Mi vida amorosa -como ya les he platicado- ha estado llena de varias desilusiones y creo que es algo con lo que muchos se pueden llegar a identificar porque, seamos honestos, en la vida todos -sin distinción alguna jaja- hemos sufrido algún tipo de "mal de amores": como aquel que sentimos al no haber sido correspondidos; o aquel en el que los planes de vida que tenían juntos se volvieron insostenibles; y también está aquel desamor que es producto de alguna traición.
Sin embargo, no todos los desamores provienen de algún tipo de pelea, de pleito o de discusión desgastante, ¡NO! También hay ocasiones que se sufre un "mal de amores" porque hay que alejarse de la persona amada por circunstancias ajenas a los dos y ¿por qué no? a veces hay que alejarse por amor propio. Lo que es un hecho es que no importa el tipo de mal de amores que suframos, para nosotros en ese momento es lo peor que nos puede pasar, es más... ni a nuestro peor enemigo se lo queremos desear.
Antes pensaba que si una relación terminaba por motivos "malos" era más fácil poder decirle adiós a alguien... ¡claro!, solo bastaría con recordar aquello que te hizo sentir tan, pero tan mal, para agarrar coraje y seguir adelante. ¡Qué equivocada estaba! Ahora entiendo que, si bien es difícil terminar con alguien en buenos términos, no es algo imposible. ¿Por qué? Bueno, porque en primer lugar muestra cierto grado de madurez al decir las cosas, es decir, cómo nos sentimos y lo que pensamos; en segundo lugar, muestra que existe una verdadera comunicación y confianza para poder expresarnos y, finalmente, un amor tan grande hacia la otra persona que no quieres verla infeliz, así como un amor inmenso hacia ti porque sabes que ya no eres feliz y, por ende, ya no puedes hacer feliz a la otra persona.
Las relaciones son algo bien complicado, tan bonitas de vivir, pero que no siempre tienen el final que hubiéramos deseado. Lo que sí creo es que sin importar el motivo, lo que nos duele y nos hace querer salir corriendo es ver rotas las ilusiones de lo que se supone sería nuestra vida a lado de esa persona, el ver que la imagen que teníamos de esa persona era totalmente equivocada y, sobretodo, el darnos cuenta que todos esos planes que teníamos junto a esa persona se quedaran inconclusos.
En mi opinión, creo que ahora las cosas se acaban mucho más rápido... las parejas deciden separarse con tanta naturalidad -o facilidad- que ninguna trabaja en formar ni se compromete realmente en una relación de pareja, basta un pequeño desacuerdo, un pequeño pleito para que tomen la decisión de salir corriendo. Hay una frase que les dije hace poco: "te gusta alguien por, y la amas a pesar de", la cual creo que es un buen ejemplo de lo que es el amor de cualquier tipo. Sin embargo, ese "a pesar de" no debemos confundirlo con el hecho de aguantar todo por amor, ¡NO! Creo que sería la última persona en recomendarles eso, porque el amor no es perdonar o soportar todo, no... eso ya no sería amor, pero sí creo que hay ocasiones en las que se puede trabajar en equipo para salir adelante, comprender qué ocurrió y qué están dispuestos a hacer para que eso no vuelva a pasar.

Ahora que si definitivamente no hay nada que hacer, soy fiel creyente que es mejor hablar con la verdad... preferiría una pareja que fuera honesta, que me dijera aquello que le molesta, que me dijera si ya no quiere estar conmigo... lo preferiría sobre cualquier pretexto o excusa tonta para salir huyendo de la relación. Porque, se los digo de corazón, aunque piensen que la verdad nos puede doler, la preferimos a después enterarnos que todo lo que se dijo fue mentira, porque nos hace plantearnos qué más cosas lo fueron.
Entonces, ¿qué debemos hacer entonces para decir "adiós"? La verdad, no hay recetario que nos indique qué se debe hacer -¿really, Kenia? jaja-, pero lo que sí puedo decirles, con base en mi experiencia, es que debemos soltar todo aquello que no nos haga sentir bien, liberemos el equipaje para poder dejarnos fluir un poco mejor en la vida. Lo sé, lo sé... se escucha fácil decirlo, pero nunca dije que fuera a serlo.
A mí me costó mucho trabajo lograr decir "adiós" a distintas personas por diversas razones: algunas por costumbre, otras por capricho e incluso porque yo seguía queriendo a esa persona y no quería que eso terminara... hasta que me di cuenta que, sea la razón que sea, nunca puedes hacer que nadie se quede a tu lado a la fuerza. Además, ¿qué caso tendría? Yo no quiero a alguien que se vea obligado a estar a mi lado, que no le haya quedado de otra, que sea su última opción... no, yo quiero ser la primera opción.
Así que dejémonos de hacer drama, de verdad... quien quiera estar en nuestra vida lo estará y se notará, no tendremos que andar leyendo frases entre líneas, porque el amor debe ser claro y honesto. Aquella persona que haya decidido no ser parte de nuestra vida -a pesar de que nosotros lo hubiéramos querido- sólo nos queda decirle: "gracias". Sí, porque algo aprendimos a su lado, desde las cosas que queremos hasta las que no queremos volver a vivir con nadie. Nunca deseemos el mal -al menos yo sí creo en el karma jaja- de verdad, deseémosle a esa persona que nos rompió el corazón que le vaya muy bien, porque la vida misma se encarga de colocar las cosas en su lugar.
En un mal de amores creo que debemos darnos chance de sentir feo, darnos chance de llorar, pero también debemos darnos chance de seguir adelante, de superar y de aprender a disfrutar nuestro momento sin importar si tenemos 18, 28 o 38 años, porque vida solo tenemos una y siempre será momento para hacer el mundo nuestro si queremos, de reír, de cantar, de bailar, de disfrutar...

Tenemos un compromiso enorme con nosotros de amarnos, de valorarnos, de saber hasta donde podemos llegar y todo lo que podemos lograr, para no conformarnos nunca con nada y mucho menos con nadie. Puede que sientas que en este momento no hay peor sentimiento, pero déjame decirte que la vida es sabia y sabe en qué momento quitarnos y ponernos gente en nuestro camino. No todas las personas que conocemos, por más tiempo que estén a nuestro lado -mucho o poco-, llegan a quedarse en nuestra vida para tener un happily ever after. Porque con el tiempo entendemos que por algo pasan las cosas y por algo no nos quedamos con esa persona... pero debemos aprender de todo lo vivido para que no nos vuelva a pasar ni con esa persona ni con nadie más. Así que solo nos queda algo por decirle a esa persona: "Adios, amor mío, gracias por lo vivido, pero llegó el momento de seguir adelante con mi vida y ser feliz".
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